En años recientes, los análisis sobre la opinión pública en Internet se han centrado en algunas tendencias de la comunicación digital, como la polarización y el discurso de odio, que se conectan en parte con el empleo de bots en las redes, con la presencia de troles, cuyos comentarios suelen provocar una respuesta emocional negativa en los usuarios, y con distintas expresiones de la llamada posverdad (Mancera Rueda y Pano Alamán 2020). Estos fenómenos, que se manifiestan en el discurso a través de actos verbales con diversos grados de agresividad, se apoyan en las emociones, los afectos, la subjetividad  colectiva y la identificación grupal (Papacharissi 2014; Dahlgren 2018), planteando múltiples desafíos a las prácticas de deliberación razonada propias de las democracias (Sampedro y Resina 2010). Desde una perspectiva pragmalingüística aplicada al análisis de la interacción en Twitter entre líderes políticos, instituciones y ciudadanos españoles y adoptando un método mixto basado en corpus (Partington et al. 2013), exploro tres manifestaciones de la agresividad verbal en esta red social: el sarcasmo, la descalificación y la amenaza, con el objeto de determinar qué papel tienen en la argumentación y cuál es su impacto en el debate sobre cuestiones cruciales de la agenda política actual, como la crisis pandémica.